La filosofía constantemente extrae inspiración de los descubrimientos científicos, utilizando estos conocimientos para realizar generalizaciones más amplias. Al mismo tiempo, imparte a las ciencias una visión del mundo y principios metodológicos universales.

Galileo fue el primero en observar los cráteres de la luna, las manchas solares, los cuatro satélites más grandes de Júpiter, las fases de Venus… También fue el primero en revelar que en el Universo había muchas estrellas que, pese a no poder verlas en el firmamento, estaban ahí.